Parece que las polémicas relacionadas con la Casa Real no dejan de cesar. A pesar de los intentos de la familia por mostrarse felices, lo cierto es que hay gestos que denotan justamente lo contrario.
Los Reyes viajaban a Mallorca junto a sus hijas, Sofía y Leonor, y la reina Sofía, en un intento forzado de mostrar una buena relación ante el público y dejar a un lado el sonado encuentro que se producía a las puertas de la Catedral durante estas mismas fechas. Pese a sus intentos por mostrarse felices, los gestos denotaban que Letizia no estaba nada cómoda, especialmente en el club náutico de Palma, lugar que visitó para ver a su marido.
La reina se dirigió al club junto a sus hijas para saludar al rey y a la tripulación con motivo de la Copa del Rey de vela, un acontecimiento obligatorio en la agenda de verano de la Casa Real.
En la visita, el rey ayudaba a sus hijas a subir al yate. Muy atento, el rey Felipe no dudaba en tenderles la mano para evitar que sufrieran un tropiezo. Sin embargo, tras haber ayudado a las pequeñas, el rey se daba la vuelta y dejaba a la reina sola, sin tan solo tenderle una mano. Una vez en el barco, la reina reprendía a su marido con diversas palmaditas en la espalda.
Acto seguido, la reina hacía como si nada y se acercaba a la tripulación para posar sonriente junto a sus hijos y a su marido.