El trabajo, el juego, las nuevas tecnologías, etc. Hay muchas actividades, a día de hoy que, llevadas al extremo, pueden crear adicción. Más allá de las adicciones a las drogas y al alcohol, que tienen efectos nocivos muy evidentes para la salud, hay otras que pueden enganchar mucho a los usuarios, y aunque no acaben con su vida, afectan notablemente a su voluntad y a su capacidad de racionamiento, perjudicando, también, su vida diaria.
Eso mismo es lo que le pasó a la Infanta Elena de joven. La primogénita de los Reyes Eméritos de España, Juan Carlos I y Sofía, estuvo enganchada a la Teletienda. Así lo ha recordado la periodista Carmen Duerto en el diario ‘La Razón’, medio de comunicación en el que colabora habitualmente.
Si bien la Infanta tiene unos gustos muy similares a su padre -le gustan la tauromaquia y otras costumbres muy típicamente españolas-, también es una apasionada de las compras. Es habitual que la Duquesa de Lugo se escape a las tiendas cuando hay rebajas. También le gusta mucho comprar en sitios baratos y a gran escala, como es el caso del hipermercado Costco, que se encuentra en Getafe. Dicho hipermercado es una cadena que ofrece productos en grandes cantidades y a precios muy bajos o low cost a sus socios.
Pero el caso que vivió en su juventud es distinto. La Infanta, que entonces aun no tenía los 30 años, se enganchó a la Teletienda cuando aparecieron las televisiones privadas. La primogénita de los Reyes Eméritos empezó a comprar muchas cosas, entre ellas productos para adelgazar.
En aquel momento, la Infanta Elena vivía en el Palacio de la Zarzuela, en Madrid, con sus padres. Los entonces Reyes no podían enterarse de su afición a las compras en la Teletienda, así que tenía que evitar identificarse con su nombre real, y recibir los paquetes en su propio domicilio.
Así pues, la Infanta Elena recibió la ayuda de los hermanos Fuster, que dejaron que la hija del Rey Juan Carlos I y de la Reina Sofía pusiera la dirección de la madre de estos en cada compra que realizaba. Así, la entonces joven Infanta, recogía los paquetes en casa de los hermanos Fuster.
Pero finalmente, y como era de esperar, sus padres acabaron por enterarse de la afición que su hija tenía por las compras de la Teletienda. Lo que se desconoce es si, en la actualidad, la Infanta Elena sigue comprando cosas a través de este tipo de canales.