Cuando se pensaba que ya se conocían todos los entresijos de la familia Pantoja, Kiko Rivera desveló en la 'curva de la vida' de 'GH DÚO' un episodio de su vida que ha dejado boquiabierta a toda la audiencia.
El hijo de la tonadillera, además, se desnudaba sentimentalmente con sus compañeros dentro de la casa para revelar los verdaderos motivos de su depresión: «Yo tenía un demonio dentro que necesitaba alimento y si no se lo daba gritaba».
El Dj reconoció delante de las cámaras que lo pasó muy mal en aquella época y que en la primera persona en la que encontró refugio fue en su mujer, Irene Rosales.
Kiko no dudó en reconocerle el mérito a su mujer y afirmó que en ocasiones «buscaba discusiones con ella para ir a pegármela».
«En determinado momento de mi vida, y de ahí viene en gran parte mi depresión, tuve adicción a las drogas», así comenzaba Kiko un discurso ante sus compañeros que revelaría una etapa muy dolorosa en la vida de la pareja. El andaluz profundizaba en sus declaraciones y añadía que «consumía hachís y marihuana todos los días, y también cocaína. Para mi ir a trabajar era pegarme una fiesta, no rendía en mi trabajo, no daba lo que tenía que dar».
Ahora, Kiko asegura que es un hombre nuevo y que tomar la decisión de dejarlo fue lo mejor que le ha pasado en la vida. «Seguramente mi madre hoy se sentirá orgullosa, gracias a ella y a mi mujer soy una persona nueva y una persona feliz, y se lo agradeceré a las dos eternamente hasta el día que me muera»
A medida que iba explicando su relato, una callada Irene lo escuchaba atenta desde otro de los sillones de la casa. El Dj confesaba que fue su mujer quién lo «puso firme y me enderezó, me costó lo más grande pero hace un año y medio ya soy un hombre limpio».
Irene interrumpía a su marido para asegurar que todo lo que estaba relatando era cierto y que ella fuera la primera en enterarse. La joven relataba como la gente le preguntaba porque no lo dejaba, algo a lo que ella contestaba «primero por que lo quiero y segundo porque aunque lo deje con él, yo ese problema se lo tengo que quitar». Además, la joven añadía que no quería que «su hijo no pudiera disfrutar de su padre al 100%».
La joven aseguró, también, que lo más difícil fue decírselo a Isabel Pantoja, ya que durante un tiempo fue la joven quién llevó todo el peso de la enfermedad de Kiko, incluso cuando estaba embarazada.
«Contárselo a su madre fue lo más duro, no quería por nada del mundo que su familia se enterara, pero era la única opción que me quedaba».«Pasaría mil veces más ese momento por verlo tal y como está ahora», concluía Irene.